La Corte Suprema de Brasil halló culpable a Jair Bolsonaro por haber impulsado un plan para derrocar el orden democrático tras perder las elecciones de 2022. Es la primera vez que un expresidente enfrenta una condena de esta magnitud en el país.
En una decisión sin precedentes, el Supremo Tribunal Federal brasileño condenó a Jair Bolsonaro por su implicación en un intento de golpe de Estado. Según los jueces, el exmandatario lideró una estructura organizada que buscaba desconocer el resultado electoral y mantenerse en el poder por la fuerza, violando el orden constitucional.
Durante el juicio, se presentaron pruebas que incluyeron documentos, audios y testimonios que demostraron que Bolsonaro participó activamente en reuniones donde se planificaban medidas golpistas, incluyendo la difusión de decretos ilegales, presión a las Fuerzas Armadas y amenazas directas a miembros del poder judicial. También se lo vinculó a un entramado de desinformación para deslegitimar el sistema electoral.
La condena representa un momento histórico para Brasil y para América Latina. Marca un límite institucional claro ante cualquier intento de subvertir la democracia desde el poder y genera un fuerte impacto político en el país, donde sectores de la derecha aún respaldan al exmandatario. Mientras tanto, el futuro político de Bolsonaro parece desmoronarse entre fallos judiciales y escándalos que no dejan de acumularse.