En plena recta hacia las elecciones legislativas, Axel Kicillof y Sergio Massa activaron una estrategia de unidad territorial en la Primera Sección electoral, la zona con más peso del conurbano bonaerense. El objetivo político es claro: fortalecer la estructura del peronismo territorial para contener el crecimiento de Javier Milei y conservar la mayoría en el Senado bonaerense.
Una cumbre para ordenar el territorio y alinear el discurso
La noche del martes, en San Fernando —distrito gobernado por el massista Juan Andreotti—, Massa y Kicillof se reunieron con los 18 intendentes peronistas de la región, acompañados por el ministro Gabriel Katopodis y figuras como Alberto Descalzo. El mensaje fue contundente: dejar atrás las internas y salir a militar unidos, casa por casa.
La Primera Sección Electoral, que históricamente fue disputada palmo a palmo, destronó a la Tercera como el principal bastión electoral de la provincia, por lo que su control es clave para cualquier fuerza que aspire a tener poder real en Buenos Aires. En este contexto, el peronismo —especialmente el sector que articula Kicillof con el massismo— apuesta a volver al territorio y reforzar el “cara a cara” con los vecinos.
Unidad táctica ante una oposición en crecimiento
La frase más repetida durante la cena fue: “Hay que frenar a Milei”. El avance de La Libertad Avanza, incluso en zonas del conurbano históricamente peronistas, generó alarma en la dirigencia. Las encuestas muestran un electorado fragmentado, con un oficialismo en baja y una oposición libertaria que gana adhesiones con un discurso de bronca y ajuste.
Ante esto, Kicillof viene tejiendo gestos de unidad con sectores cercanos a Cristina Kirchner, como Mayra Mendoza y Fernanda Raverta, para evitar nuevas rupturas y encarar una campaña “nacionalizada”, en contraposición a los intentos de Milei de provincializar el descontento.
La batalla por el Senado provincial
La urgencia no es solo discursiva: la Primera Sección elige cinco senadores provinciales y el peronismo pone en juego cuatro bancas que no tienen reelección. Entre los posibles candidatos suenan Gabriel Katopodis, Malena Galmarini, Mario Ishii y Mónica Macha. Si se repiten los números del 2021, podrían ingresar todos, pero con un Milei competitivo, el riesgo de perder representación es alto.
Del pragmatismo al territorio: la clave está en los intendentes
La dirigencia bonaerense parece haber entendido que, sin estructura territorial fuerte, no hay redes sociales ni marketing político que alcance. Por eso, se comprometieron a relanzar el tradicional “puerta a puerta”, que había sido relegado por las internas y la desmovilización.
En palabras del ministro Katopodis:
“No había margen para otra cosa. Ahora hay que ponerle un freno a Milei, porque si no, todo lo demás no tiene sentido”.
Análisis político: un frente en busca de liderazgo claro
La reunión en San Fernando fue mucho más que una cena: fue un intento de reordenar el peronismo bonaerense ante la falta de una conducción nacional unificada. Con Cristina Kirchner corridísima, Grabois tensionando desde el ala izquierda, y Massa resistido por varios sectores, Kicillof emerge como el eje ordenador territorial, aunque sin resolver del todo la disputa de fondo: ¿quién lidera el peronismo poskirchnerista?
Mientras tanto, la estrategia es clara: mostrar gestión, sumar músculo político y hablarle al votante desencantado que no quiere a Milei, pero tampoco se identifica con los viejos sellos.