La central obrera planea rendir homenaje al Papa Francisco con una oración ecuménica el mismo día de la movilización por el Día del Trabajador. La decisión, que se definirá este miércoles en la sede de UPCN, no es solo espiritual: es también profundamente política.
Francisco, símbolo del modelo social que la CGT defiende
Desde que Jorge Bergoglio se convirtió en el papa Francisco, la CGT lo adoptó como una figura referencial por su defensa incondicional de los derechos laborales, de los excluidos y del rol del Estado en la protección social. Su figura siempre funcionó como una suerte de contrapeso moral frente a los modelos neoliberales que, con distintos matices, han gobernado la Argentina en las últimas décadas.
Ahora, con su fallecimiento, la CGT encuentra en el homenaje no solo una forma de honrarlo, sino también una oportunidad para marcar un límite frente al rumbo del actual gobierno de Javier Milei.
Un homenaje con perfil político: oración, documento y movilización
La conducción cegetista prevé realizar una oración ecuménica el 30 de abril, en el marco de la marcha del Día del Trabajador, que ya contaba con el apoyo de las dos CTA y movimientos sociales como la UTEP. El gesto religioso se complementará con un documento político en el que se resaltará el perfil social del Papa y su defensa de los trabajadores, los desempleados y los pobres —sectores golpeados directamente por el plan de ajuste del gobierno libertario.
En otras palabras, el homenaje a Francisco será también una crítica implícita al proyecto de país que encarna Milei: un modelo que desmantela el sistema de protección laboral, demoniza la intervención estatal y exhibe desprecio hacia figuras como la del propio Papa, a quien el presidente ha descalificado en múltiples oportunidades.
Sin Roma, sin Milei: un mensaje hacia adentro y hacia afuera
A pesar de la relación directa y prolongada que muchos dirigentes sindicales mantuvieron con Francisco —algunos desde su época de arzobispo porteño—, la CGT no enviará una delegación a Roma para su sepultura. La decisión no es menor: busca evitar el cruce con la comitiva oficial encabezada por Milei, quien, pese a sus ataques al Papa, encabezará el viaje a la Santa Sede.
La ausencia de la CGT en Roma es una manera de tomar distancia del oportunismo político del gobierno, que pasó del insulto al luto diplomático sin mediar autocrítica.
El legado de Francisco frente al ajuste: una línea divisoria
El texto que se debatirá este miércoles —y que acompañaría la oración del 30— pondrá en contraste el pensamiento social de Francisco con las políticas del Ejecutivo. Mientras el Papa predicó la dignidad del trabajo, la solidaridad y la inclusión, el gobierno libertario avanza con despidos masivos, desfinanciamiento del sistema de salud y educación pública, y desregulación económica a favor del capital concentrado.
En este marco, Francisco se vuelve, aún en la muerte, una figura incómoda para el gobierno, y un faro de referencia para los sectores que resisten al ajuste.
Conclusión: la CGT convierte el homenaje en un acto de resistencia simbólica
Lo que en otro contexto sería un gesto puramente religioso, se transforma en un acto político cargado de contenido social. La CGT no solo homenajea a Francisco: lo usa como espejo para denunciar un modelo que despoja a los trabajadores de sus derechos más básicos.
En un país donde la conflictividad social crece y el gobierno se muestra inflexible, el gesto sindical cobra valor estratégico. Francisco no estará físicamente, pero su legado se hará presente como emblema de una Argentina posible, en la que el trabajo y la dignidad humana no sean mercancías de descarte.