Boca Juniors volvió a rugir con toda su fuerza y lo hizo en casa. En una Bombonera encendida, el equipo de Diego Martínez aplastó 5 a 0 a Newell’s Old Boys y desató una verdadera revolución en el Torneo Clausura. Con una actuación implacable, el Xeneize no solo humilló a su rival, sino que también reavivó sus aspiraciones de pelear por el título y meterse de lleno en la próxima Copa Libertadores.
Desde el primer minuto, Boca salió decidido a borrar cualquier duda. Presión alta, intensidad total y una ráfaga de goles que dejó sin reacción a la Lepra. Los hinchas deliraron con un equipo que, al fin, mostró esa versión demoledora que tanto pedía el pueblo azul y oro. Cada gol fue una descarga de euforia en un estadio que terminó convertido en una fiesta total.
Pero la goleada no solo significó tres puntos: fue un auténtico terremoto en la tabla. Con la derrota de River frente a Rosario Central, el panorama cambió por completo. El Millonario se estancó y vio cómo su eterno rival le pisa los talones con fuerza, mientras el conjunto rosarino se mete de lleno en la pelea por los primeros puestos. 
En paralelo, la Tabla Anual también se estremeció. Boca sube posiciones y se mete en zona de clasificación a la Libertadores 2026, dejando atrás semanas de incertidumbre. En cambio, equipos como San Lorenzo, Independiente y Racing comienzan a mirar de reojo el calendario: cada punto que se escapa puede costar carísimo.
Y en el fondo de la tabla, la batalla por la permanencia se vuelve una guerra de nervios. Aldosivi sorprendió al líder Unión con una victoria clave y le puso más picante a la lucha por no descender. Vélez, Platense y Tigre también están al borde del abismo y cada fecha se juega como una final anticipada.
Con el Clausura al rojo vivo, el fútbol argentino entra en una etapa decisiva. Boca volvió a creer, River perdió el rumbo y el resto pelea con el corazón en la mano. Lo que parecía un torneo definido, ahora es una historia abierta, cargada de tensión, revancha y gloria por conquistar.
