La Iglesia Católica ha manifestado su preocupación y rechazo ante los recientes episodios de violencia ocurridos durante las manifestaciones de jubilados frente al Congreso Nacional. Estas movilizaciones, que se realizan semanalmente los días miércoles, tienen como objetivo visibilizar la difícil situación que atraviesan los adultos mayores debido a la insuficiencia de sus haberes previsionales frente al constante aumento del costo de vida.
A través de un comunicado conjunto emitido por la Comisión Nacional de Justicia y Paz y la Comisión Episcopal de Pastoral Social, la institución eclesiástica repudió de manera contundente el uso de la fuerza contra los manifestantes. Consideran que estas acciones represivas constituyen “un agravamiento de la injusticia que ya padecen los jubilados”, y han expresado su profunda desaprobación por el trato dispensado a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad durante sus reclamos.
En este contexto, la Iglesia Católica ha hecho un llamado urgente al Gobierno para que se establezcan canales de diálogo como herramienta fundamental para abordar esta problemática. Subrayan que la conversación y el entendimiento deben ser la vía prioritaria para resolver los conflictos sociales, especialmente aquellos que involucran a los adultos mayores, instando a encontrar soluciones pacíficas y justas a sus demandas.