La situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner tuvo un giro relevante este lunes. El fiscal ante la Cámara Federal de Casación Penal, Mario Villar, decidió retirar el pedido para que la expresidenta sea trasladada a una cárcel común, desmarcándose de sus colegas Diego Luciani y Sergio Mola.
En cambio, Villar avaló que continúe cumpliendo su condena en arresto domiciliario, aunque solicitó que se evalúe un posible cambio de domicilio donde cumpla esa medida.
🔍 ¿Qué se debatió en la audiencia?
La audiencia tuvo lugar ante los jueces Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña, en la Sala IV de la Cámara de Casación. Allí se discutieron tres aspectos clave del cumplimiento de la condena de 6 años dictada en la Causa Vialidad:
- Si corresponde mantener el arresto domiciliario o revocarlo.
- El régimen de visitas permitido para la expresidenta.
- La posibilidad de colocarle una tobillera electrónica para monitoreo.
⚖️ ¿Por qué es importante este cambio de postura?
El retiro del pedido de cárcel común por parte de Villar tiene impacto jurídico y político. Significa que ya no hay impulso fiscal unánime para revocar la prisión domiciliaria, lo que podría influir en el criterio de los jueces.
Además, sugiere una apertura a revisar condiciones del arresto sin avanzar hacia una prisión tradicional, priorizando criterios de proporcionalidad y situación personal del condenado, como lo establece el derecho penal argentino y los estándares internacionales.
📌 ¿Qué viene ahora?
Los jueces de Casación deberán resolver si hacen lugar al pedido de cambio de domicilio, si mantienen o modifican las condiciones del arresto domiciliario y si incorporan controles adicionales como la tobillera.
Es una etapa clave en la ejecución de la pena, aunque todavía no hay condena firme (la Corte Suprema aún no se pronunció sobre la validez definitiva del fallo). Sin embargo, Casación ya confirmó el veredicto, lo que habilita el debate sobre cómo debe cumplirse la sentencia.