A pesar de los tensos intercambios entre Javier Milei y Mauricio Macri, las conversaciones para sellar un acuerdo en la provincia de Buenos Aires continúan en pie, con los principales actores del PRO y La Libertad Avanza (LLA) intentando llegar a un consenso para las elecciones de 2025. Sin embargo, las fricciones internas y las diferencias de estrategia se mantienen como principales obstáculos en la búsqueda de una alianza que pueda garantizar un triunfo en uno de los distritos más estratégicos del país.
La tensión entre el oficialismo y el PRO
La última semana fue testigo de un duro cruce de declaraciones entre el ex presidente Macri y el actual mandatario Milei. La interna se intensificó cuando Macri acusó a algunos dirigentes del PRO de ser “comprados” por el oficialismo, mientras que Milei respondió descalificando a los seguidores de Macri como un grupo minoritario. Este intercambio, que podría parecer una disputa personal, tiene profundas implicancias para la negociación electoral en la provincia de Buenos Aires.
A pesar de este conflicto público, fuentes cercanas a las negociaciones confirmaron que los acuerdos aún no están cerrados y que las conversaciones continúan. Karina Milei, hermana del presidente, sigue siendo un punto clave en las negociaciones, pero los representantes del PRO, como el presidente del partido en la provincia, Diego Ritondo, insisten en que las negociaciones deben avanzar en un marco institucional.
La importancia de la provincia de Buenos Aires
La provincia, que representa el principal distrito electoral del país, se ha convertido en el escenario central de la disputa entre el PRO y LLA. Ritondo y otros líderes del PRO bonaerense consideran que la unidad interna es crucial para enfrentar tanto al kirchnerismo como a los posibles desacuerdos dentro de la alianza opositora. Los intendentes del PRO, clave en la estructura territorial, también exigen que se llegue a un acuerdo que refleje el peso electoral de la agrupación en la provincia.
Sin embargo, a pesar de las declaraciones de unidad, la realidad política muestra tensiones sobre las listas y los espacios que cada sector ocupará. El PRO bonaerense busca asegurarse una representación proporcional a su importancia en la región, mientras que La Libertad Avanza sigue centrando sus esfuerzos en dirigentes puntuales, en lugar de una alianza amplia.
La UCR y su papel en las negociaciones
Dentro de esta compleja dinámica, la UCR bonaerense, liderada por Maximiliano Abad, también juega un papel crucial. A pesar de que el sector radical ha mostrado disposición para negociar con el PRO, la inestabilidad interna dentro de la UCR genera incertidumbre sobre su apoyo al acuerdo con LLA. Los radicales siguen divididos, especialmente entre los sectores que favorecen un “frente anti-Milei”, encabezado por Martín Lousteau, y aquellos más dispuestos a dar libertad de acción en los distritos, como el sector de Alfredo Cornejo.
Este panorama político tenso refleja las dificultades que enfrentan tanto el PRO como la UCR para alcanzar una estrategia común que maximice sus posibilidades en las elecciones de la provincia de Buenos Aires.
El rol de Macri y las tensiones internas
Las declaraciones de Mauricio Macri siguen siendo un factor determinante en la evolución de las negociaciones. Con sus afirmaciones sobre la falta de una “vocación de alianza” y la responsabilidad de Karina Milei sobre el sistema partidario de La Libertad Avanza, Macri dejó claro que la alianza debe construirse en torno a un proyecto común, más allá de los intereses personales. Este mensaje también apunta a calmar a las bases del PRO, que ven en las negociaciones un riesgo de fragmentación interna.
Macri se muestra escéptico sobre la viabilidad de un acuerdo institucional entre el PRO y LLA, y aunque ha afirmado que la situación sigue siendo incierta, el ex presidente insiste en que no se trata solo de un acuerdo electoral, sino de definir valores y propuestas para el futuro del país. Sin embargo, las intervenciones de Macri también dificultan la construcción de un frente común, especialmente cuando se descalifica la postura de algunos aliados.
La visión de La Libertad Avanza
Por otro lado, en La Libertad Avanza, la postura sobre las negociaciones sigue siendo clara: no buscan una alianza formal con el PRO, sino acuerdos puntuales con dirigentes clave que les permitan fortalecer su estructura electoral en la provincia de Buenos Aires. Este enfoque pragmático contrasta con la visión institucional del PRO, lo que genera fricciones y complica la posibilidad de llegar a un acuerdo de frente único para las elecciones.
Conclusión: El futuro de la provincia de Buenos Aires
Las negociaciones en la provincia de Buenos Aires se mantienen en una tensa espera, con las elecciones porteñas como una de las principales variables que podría modificar el rumbo de las conversaciones. Si bien las tensiones entre Milei y Macri han marcado el tono de la disputa interna, la realidad es que tanto el PRO como La Libertad Avanza se enfrentan a la presión electoral en un distrito clave. En este contexto, la necesidad de unidad dentro de la oposición es cada vez más urgente, pero las diferencias estratégicas y personales siguen siendo un obstáculo difícil de superar.
El tiempo dirá si el PRO logrará consolidar una alianza con LLA o si el distrito más importante del país volverá a ser escenario de una fractura interna que, a largo plazo, podría afectar las posibilidades de derrotar al oficialismo.