El 9 de julio de 1935 nacía en Tucumán, Haydeé Mercedes Sosa. A noventa años de su nacimiento, repasamos los inicios de una vida marcada por el talento, la rebeldía y la historia grande del folclore argentino.
Una infancia marcada por la intuición artística, un nombre que no fue elegido por su madre y una familia obrera que no sospechaba que esa niña haría historia. En la casa, todos la llamaban Marta. A los 10 años, ganó su primer concurso de canto con un tema de Lolita Torres. A los 15, volvió a hacerlo… usando nombre falso: se hizo llamar “Gladys Osorio” porque sus padres no sabían que había ido a la radio. El premio incluyó un contrato y sus primeras monedas como artista 🎤.
La música le cambiaría el rumbo sentimental y profesional. Ya comprometida para casarse, conoció en una peña al mendocino Oscar Matus, músico, cantor y futuro padre de su hijo. Rompió el compromiso y se casó con Matus tres meses después. Juntos fundaron el movimiento del Nuevo Cancionero en los 60.
Su salto a la fama llegó en Cosquín 1965, cuando Jorge Cafrune la subió al escenario de forma informal para cantar Canción del derrumbe indio. Tenía 29 años y, desde entonces, su voz no paró de crecer, llevando el dolor de los pueblos originarios, la memoria del exilio y la lucha por los derechos humanos a los escenarios más importantes del mundo 🌎.
Su vida fue una cadena de pequeños actos de valentía artística, desde cantar tangos y temas de rock nacional, hasta grabar con íconos como Charly García o Caetano Veloso. Hoy, 90 años después de su nacimiento, sigue viva en cada canción que se canta con el corazón y la conciencia encendida ❤️.