Javier Milei vuelve a reunir a su “mesa chica” en la Casa Rosada para afinar la estrategia con la que el Gobierno pretende acelerar la reforma laboral y el resto de los proyectos libertarios. Esta vez, el Presidente y su hermana Karina estarán presentes para supervisar cada decisión, después de haberse perdido la reunión anterior por su viaje a Noruega.
A la cita llegan Adorni, Santilli, “Lule” Menem, Martín Menem, Bullrich y Caputo. Un equipo que ya dejó en claro su intención de avanzar rápido, mientras crece la tensión social y sindical. La CGT anunció una marcha a Plaza de Mayo y denunció que el Gobierno quiere aprobar la reforma “entre gallos y medianoche”, con un tratamiento exprés y a espaldas de los trabajadores.
Dentro del oficialismo también hay choque de estrategias. Bullrich y Sturzenegger presionan para ir a fondo sin negociar nada, mientras Caputo y Martín Menem buscan una tregua mínima con los gremios para evitar un diciembre aún más convulsionado.
El Gobierno insiste en que tiene los votos para iniciar el debate en el Senado, pese a las dudas constitucionales planteadas por la oposición. Después de esta cumbre, Milei definirá cómo ordenar el tratamiento de las otras iniciativas clave: el blanqueo de dólares, las restricciones fiscales, la reforma del Código Penal y los cambios en la ley de glaciares para habilitar proyectos mineros.
Una reunión cerrada, decisiones urgentes y un país cada vez más tenso mientras el oficialismo acelera su ofensiva legislativa.