En otro giro que expone las contradicciones del Gobierno libertario, Javier Milei decidió flexibilizar las restricciones que él mismo impuso y ahora los ministros podrán viajar de vacaciones sin límites, incluso a esos destinos “prohibidos” que antes eran símbolo de “casta y despilfarro”. Punta del Este, Estados Unidos y Europa vuelven a estar en la lista de “permitidos”, mientras miles de argentinos siguen ajustando hasta el último peso para llegar a fin de mes.
Durante la reunión de Gabinete, el Presidente –que se autodefine “workaholic”– habilitó lo que llamó destinos “lógicos”, enterrando la prédica del “no hay plata” que usó para mostrar austeridad el verano pasado. La línea dura de evitar lugares “ostentosos” quedó reducida a un recuerdo incómodo para los funcionarios que debieron cancelar viajes familiares mientras el país ardía en inflación y recesión.
Aunque se mantendrá la obligación de avisar ausencias en los primeros 15 días de enero, el mensaje fue claro: el ajuste es para la gente, no para la mesa chica del poder. Ministros, secretarios y asesores celebraron la medida entre pasillos, mientras algunos recordaron que las restricciones originales eran “anti liberales”, pero igual se habían aplicado sin chistar.
Mientras Adorni promete quedarse trabajando y Milei recuerda que “vive para el trabajo”, el resto del Gabinete ya ve con buenos ojos recuperar sus vacaciones premium. La épica del sacrificio quedó archivada, justo cuando el Gobierno reclama “cuidar el triunfo” legislativo y avanzar con nuevas reformas que profundizarán el ajuste.
Otra vez, el doble discurso queda al desnudo: para la gente, tijera; para los funcionarios, libertad total para descansar en los destinos más exclusivos del mundo.
