📰 ¡ESCÁNDALO EN LA ROSADA!
Con un autoritarismo sin precedentes, el Presidente cita a los mandatarios “amigos” para imponer el Presupuesto 2026. Los gobernadores que defienden al pueblo quedaron afuera. El vocero de la extorsión, Guillermo Francos, ya amenaza con sus 100 diputados: “Ahora cambia el panorama”.
En una muestra obscena de poder y un ataque directo al federalismo, el presidente Javier Milei convocó a una “cumbre” en la Casa Rosada que no es más que una foto para la obediencia. El mandatario, envalentonado por los resultados electorales, decidió vetar de la discusión nacional a cuatro gobernadores que no se arrodillan ante el ajuste: Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
El mensaje es claro: o estás con el león, o estás contra el pueblo.
Para asegurarse de que los 20 mandatarios “invitados” entiendan quién manda, Milei no estará solo. En un acto de intimidación, sentará en la mesa a todo su Gabinete de guerra. No es una reunión de diálogo, es una demostración de fuerza.
Allí estarán el “arquitecto” del ajuste, Luis “Toto” Caputo (Economía), y la ministra Patricia Bullrich (Seguridad), lista para aplicar el protocolo a cualquier provincia que se rebele. Se suman también Karina Milei (“El Jefe”), el “desregulador” serial Federico Sturzenegger, y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, responsable del hambre y el desguace social.
LA CONFESIÓN DE FRANCOS: “AHORA PODEMOS IMPONER TODO”
El objetivo de la farsa quedó al descubierto esta mañana. El Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, abandonó cualquier disfraz de consenso y blanqueó la extorsión en diálogo con Radio Rivadavia.
Sin tapujos, el funcionario adelantó que Milei “va a plantearle a los gobernadores que avancemos en estos temas”, en referencia a la reforma laboral para quitar derechos, la reforma tributaria y, por supuesto, el Presupuesto 2026, la nueva herramienta de ahogo para las provincias.
Pero la frase más lapidaria fue su amenaza velada, jactándose de la nueva composición del Congreso:
“Sacamos la Ley Bases con un bloque de solo 36 diputados, ahora cambia el panorama con un bloque de 100 diputados propios, más muchos otros legisladores que miran la realidad del país de manera muy parecida a la nuestra”, aseveró Francos.
La traducción es simple: se acabó el diálogo. La Rosada siente que tiene los números para imponer el ajuste brutal, con o sin el acuerdo de los gobernadores.
EL PAÍS DE LA OBEDIENCIA DEBIDA
La lista de invitados es la del “Pacto de la Sumisión”. Están los 18 que firmaron el Pacto de Mayo y se sumaron a última hora el pampeano Sergio Ziliotto y el santacruceño Claudio Vidal, en un intento de la Rosada de mostrar una amplitud que no existe.
Mientras tanto, a Kicillof, Insfrán, Quintela y Melella —representantes de provincias que resisten el modelo de hambre y entrega— se les niega la silla por orden presidencial. Los libertarios, que se llenan la boca hablando de “casta”, demuestran ser la peor de las castas: la que persigue, la que divide y la que solo gobierna para los suyos, dándole la espalda al pueblo trabajador y a las provincias peronistas.
La reunión de esta tarde no busca “consensos”. Es el acta de defunción del federalismo y el inicio de la segunda etapa del ajuste, ahora con la complicidad de gobernadores acorralados y un Gobierno que amenaza con la lapicera y sus 100 diputados.