Con el reloj electoral corriendo y la tensión al máximo, Javier Milei lanzó una ofensiva política sin descanso para recuperar terreno y encender el tramo decisivo de la campaña. A días de las elecciones, el líder libertario apuesta a un raid de actos, recorridas y gestos de alto impacto para consolidar su presencia en los principales distritos del país.
La primera parada será en el conurbano bonaerense, en un territorio aliado donde buscará mostrarse rodeado de referentes de peso y simpatizantes eufóricos. La estrategia es clara: reforzar la imagen de liderazgo y mostrar músculo político en el área más poblada del país, donde se define buena parte de la elección.
Buenos Aires será el escenario clave. Allí, el libertario intentará achicar la brecha con el oficialismo, desplegando una estructura de fiscalización más sólida y una comunicación directa con los votantes desencantados. “No hay margen para errores”, repiten en su entorno, conscientes de que cada voto contará en una contienda ajustada.
Pero la embestida no se detiene en el territorio bonaerense. En las próximas horas, Milei tiene previsto viajar al norte argentino, con paradas en Tucumán y Santiago del Estero, donde buscará fortalecer el armado libertario en zonas históricamente adversas.
El gran cierre está programado en Rosario, ciudad emblemática por su peso electoral y simbólico. Allí, Milei planea coronar su campaña con un acto masivo y una puesta en escena pensada para transmitir fortaleza y convicción en el sprint final.
Detrás del despliegue, se esconde una apuesta audaz: reavivar el entusiasmo, sostener la narrativa del cambio y empujar a La Libertad Avanza hacia el voto decisivo. En medio de un clima político recalentado, el candidato libertario busca transformar la incertidumbre en impulso y dar el golpe final que lo devuelva al centro de la escena nacional.