Una protesta que comenzó como reclamo institucional se transformó en toma violenta de las oficinas centrales de la Agencia Nacional de Discapacidad, con empleados, familias y personas con discapacidad exigiendo atención urgente.
Esta mañana la sede de ANDIS en el barrio porteño de Belgrano se transformó en escenario de tensión: un grupo de manifestantes —formado por trabajadores del organismo, pacientes, familiares y prestadores— consiguió ingresar por la fuerza al edificio luego de quebrar el vallado y forzar puertas. El pedido central del reclamo: ser recibidos por la autoridad para exigir salarios, pagos atrasados y mejoras en las prestaciones.
El conflicto escaló cuando los manifestantes denunciaron haber sido ignorados en sus solicitudes de diálogo. Al sentirse sin alternativas, decidieron avanzar hacia el interior del edificio, generando un escenario de confrontación dentro de los pasillos administrativos, entre gritos, documentos desordenados y empleados atrapados en sus oficinas, poco preparados para contener el desborde.
Las demandas que nutren esta protesta apuntan al atraso en los pagos, la falta de actualización de aranceles para prestadores y la implementación plena de la Ley de Emergencia en Discapacidad. En el trasfondo se percibe un malestar acumulado por la falta de respuestas oficiales y el agravamiento de la crisis institucional en un área sensible para miles de personas que dependen de los servicios.