El presidente ruso, Vladímir Putin, descartó la posibilidad de un alto el fuego inmediato con Ucrania tras los últimos ataques lanzados por Kiev, que incluyeron bombardeos contra zonas civiles en la región de Bélgorod. Durante una visita a la ciudad rusa de Yakutsk, Putin declaró que, para negociar, Ucrania debería retirar sus tropas del este del país y renunciar a su aspiración de ingresar a la OTAN, condiciones que Kiev considera inaceptables.
El mandatario ruso aseguró que su país está dispuesto a dialogar, pero reiteró que no aceptará una “pausa” que beneficie a las fuerzas ucranianas en el frente. “No queremos un alto el fuego que luego sea utilizado por el enemigo para rearmarse”, advirtió. Rusia intensificó en las últimas semanas sus ofensivas en el este de Ucrania, especialmente en Járkov y Donetsk.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski rechazó las condiciones impuestas por Moscú y llamó a la comunidad internacional a mantener el apoyo militar a su país. Zelenski se prepara para una nueva cumbre de paz en Suiza, prevista para mediados de junio, a la que Rusia no fue invitada y que el Kremlin considera un intento “ficticio” de diálogo.
En paralelo, Putin criticó los recientes anuncios de algunos países de la OTAN que autorizaron a Ucrania a usar armas occidentales en ataques contra territorio ruso. Para el líder del Kremlin, esa medida representa una escalada directa del conflicto y podría tener consecuencias graves. La guerra, que lleva ya más de dos años, sigue sin un horizonte claro de resolución.
