En julio, el Ejecutivo profundizó el ajuste con recortes históricos en subsidios, obra pública y salarios estatales para sostener las cuentas en orden.
El Gobierno nacional mantuvo en julio una fuerte política de ajuste fiscal que incluyó una caída interanual del 26,6% en los subsidios económicos, una baja del 42% en el gasto en obra pública y un recorte del 11,4% en los salarios del sector público. Estas medidas buscan sostener el superávit primario a pesar del aumento en otras partidas, como las jubilaciones, que siguen subiendo por efecto de la inflación y la nueva fórmula de actualización.
En el acumulado de los primeros siete meses del año, los subsidios se desplomaron casi un 52%, la obra pública se redujo un 47% y el gasto en personal bajó un 9,6%. Esta política de ajuste permitió mantener resultados fiscales positivos en términos primarios y financieros, consolidando el objetivo de déficit cero que impulsa el Ministerio de Economía.
A pesar del esfuerzo por contener el gasto, las prestaciones sociales, especialmente jubilaciones y pensiones, aumentaron significativamente. Solo en julio, este rubro creció un 13% interanual. No obstante, el recorte en otros sectores permitió compensar esa expansión y sostener el superávit, lo que fortalece la estrategia del Gobierno frente a los compromisos asumidos con organismos internacionales y frente a los mercados.