Diego Santilli sigue a contrarreloj en su intento por juntar los votos que el Gobierno no consigue por sí solo. Tras su paso por Corrientes, ahora suma a Jorge Macri y a Sergio Ziliotto a su lista de encuentros, mientras la Casa Rosada intenta disimular la fragilidad política que arrastra desde hace meses.
El ministro del Interior quiere cerrar su propio “G20″ de gobernadores para avanzar con el Presupuesto 2026 y el paquete de leyes que el oficialismo necesita aprobar. Pero detrás del apuro aparece la incómoda realidad: aún restan los cuatro mandatarios “rebeldes”, a quienes el Gobierno no logra convencer ni siquiera con promesas de última hora.
Jorge Macri llegará este jueves con un reclamo contundente: los $274.000 millones que la Nación le debe a la Ciudad por coparticipación. Santilli deberá escucharlo y, otra vez, intentar acomodar tensiones internas mientras promete soluciones que el Gobierno todavía no define.
El viernes será el turno del pampeano Sergio Ziliotto, uno de los peronistas dialoguistas. Llevará sus pedidos al Ministerio del Interior mientras espera que la Corte Suprema resuelva la deuda previsional que reclama su provincia.
Una vez terminados estos encuentros, Santilli solo tendrá pendiente a Poggi y Pullaro. Este último ya avisó que no dará apoyo sin respuestas claras. Y esa es la palabra que más complica al oficialismo.
En la Casa Rosada hablan de “optimismo”, pero saben que diciembre será un campo minado. Con un Presupuesto debilitado desde el inicio y un paquete de reformas trabado, el Gobierno enfrenta la posibilidad de otro traspié legislativo que podría dejarlo aún más expuesto.