Los pasajeros porteños y del conurbano arrancan el mes con una noticia explosiva: el transporte público vuelve a subir y los nuevos precios ya generan indignación. El boleto del subte supera los $1.100, mientras que los colectivos más cortos en la Ciudad rondan los $550.
El boleto mínimo de colectivo en la Ciudad cuesta desde hoy $546,54 y escala según la distancia, llegando a más de $700 en los tramos más largos. En el caso del subte, el pasaje trepa a $1.112 con tarjeta registrada, aunque quienes no tengan la SUBE asociada deberán pagar hasta $1.768. En el conurbano bonaerense el mínimo arranca en $550,42, pero sin registro se paga hasta $874,66. En tanto, en los colectivos de jurisdicción nacional, el boleto base se mantiene en $451,01.
El incremento de este mes representa una suba cercana al 4 %, que se suma a un aluvión de aumentos que ya elevaron el costo de los colectivos porteños en más de un 47 % en lo que va del año. En el conurbano, la suba acumulada supera el 48 %.
Como si fuera poco, los peajes también se disparan: en las autopistas porteñas, en hora pico el cruce puede superar los $4.500, y en la Illia ronda los $1.800.
Con estos valores, viajar todos los días se convierte en un lujo cada vez más difícil de afrontar. Las familias ajustan números, los trabajadores hacen cuentas y la sensación general es la misma: el transporte se transforma en una carga insoportable para el bolsillo argentino.