En los primeros tres días del conflicto fronterizo iniciado el 24 de julio de 2025, Tailandia y Camboya registraron al menos 33 personas fallecidas y miles de heridos, en el enfrentamiento más grave entre ambos países desde 2011.
Ambos gobiernos se responsabilizan mutuamente del estallido del fuego cruzado. Tailandia atribuye la escalada a minas colocadas por Camboya, mientras Camboya denuncia agresiones militares tailandesas en zonas civiles y entidades internacionales fueron convocadas para mediar en la crisis.
Los combates se concentran cerca del templo disputado Ta Muen Thom, con uso de artillería pesada, misiles BM‑21 y jets F‑16. Tailandia declaró ley marcial en ocho distritos de Chanthaburi y Trat y cerró varios pasos fronterizos, mientras Camboya llamó a un cese inmediato del fuego ante la ONU.
Más de 130.000 personas evacuadas en Tailandia y unas 35.000 en Camboya han buscado refugio en centros improvisados, incluidos colegios y gimnasios. Las autoridades trabajan para brindar atención y suministros básicos a los desplazados.
La comunidad internacional, incluida la ONU, ASEAN, Estados Unidos, China y la UE, ha instado a la moderación y ha ofrecido mediación diplomática, aunque Tailandia ha expresado su preferencia por resolver el conflicto de forma bilateral.