La angustia que envolvía a las familias de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez se transformó en espanto. Tras días de búsqueda desesperada, la policía encontró dos cuerpos dentro de una casa en Florencio Varela, escenario de un macabro hallazgo: manchas de sangre por todos lados, olor a lavandina y personas que intentaban limpiar el lugar cuando los agentes irrumpieron.
Las tres jóvenes habían sido vistas por última vez el viernes pasado, cuando subieron a una camioneta blanca en la rotonda de La Tablada. Desde entonces, no se supo más nada hasta que el rastro de un celular las condujo a la vivienda donde terminó revelándose la peor pesadilla.
El abuelo de dos de las víctimas fue quien reconoció la tragedia al confirmar que los cuerpos correspondían a sus nietas. El dolor familiar se mezcló con la indignación de los vecinos, que no encuentran explicación a semejante brutalidad.
La policía detuvo a cuatro personas, entre ellas una pareja de origen extranjero que habría estado a cargo de la vivienda. Se investiga si en el lugar se realizó una fiesta vinculada al narcotráfico que habría terminado en un crimen salvaje. La hipótesis de un ajuste de cuentas o un ritual macabro sacude a los investigadores.
La conmoción es total. Las familias habían realizado marchas y manifestaciones reclamando por la aparición de las jóvenes con vida, sin imaginar que la historia tendría un desenlace tan atroz. Ahora la Justicia espera los resultados de las autopsias para determinar cómo fueron asesinadas y qué participación tuvo cada uno de los detenidos.
El misterio es tan grande como el horror: ¿qué ocurrió realmente esa noche?, ¿cómo llegaron las chicas a esa casa?, ¿y cuántos más están implicados en este crimen que ya sacude a todo el país?