El Gobierno argentino dictó la conciliación obligatoria para frenar el paro que los controladores aéreos, representados por ATEPSA, habían anunciado para este fin de semana. La medida de fuerza, en reclamo de mejoras salariales, incluía la suspensión de vuelos internacionales el sábado y de vuelos de cabotaje el domingo. Con esta decisión, se garantiza el funcionamiento normal del servicio de navegación aérea en todos los aeropuertos del país.
ATEPSA había denunciado que la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) ofreció un 0% de aumento y pretendía cerrar la paritaria 2024/25, pese a que los salarios llevan más de ocho meses sin actualizarse. Además, el sindicato alertó sobre despidos ilegales, vaciamiento de áreas clave y la posible clausura del centro de formación profesional. El plan de lucha incluía paros parciales y sectorizados durante la próxima semana, culminando con una medida que afectaría a toda la aviación.
Esta intervención del Gobierno se produce en un contexto de creciente tensión con los sindicatos, tras la reciente reglamentación del derecho de huelga en sectores esenciales como transporte, educación y salud. El decreto 340, publicado en el Boletín Oficial, obliga a garantizar un servicio mínimo del 50% al 75% durante las protestas. La CGT rechazó la medida, considerándola una vulneración de los derechos sindicales y anunció acciones legales para frenar su aplicación.