El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibirá este lunes en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una cumbre centrada en las negociaciones para alcanzar un alto el fuego de 60 días en Gaza y lograr la liberación de rehenes. La reunión se produce en un contexto de creciente presión internacional para poner fin al conflicto y reactivar el proceso diplomático en Medio Oriente.
Según fuentes de la Casa Blanca, Trump considera que un acuerdo es posible en los próximos días, y busca capitalizar su rol como mediador clave tras el ataque aéreo contra Irán que debilitó la infraestructura militar de los aliados de Hamás. La tregua en discusión fue diseñada con apoyo de Catar y Egipto, y contempla la liberación de rehenes israelíes a cambio de una retirada gradual de las tropas y la entrada de ayuda humanitaria.
Mientras tanto, dentro del gobierno israelí crecen las tensiones. Netanyahu enfrenta divisiones internas, con sectores de su gabinete más duros que rechazan una pausa prolongada en las operaciones militares en Gaza. Pese a ello, el primer ministro insiste en que una tregua temporal no implica renunciar a los objetivos estratégicos de Israel en la región, y agradeció el respaldo político de Trump en esta etapa crítica.
La cumbre es seguida de cerca por familiares de rehenes y por organizaciones humanitarias que reclaman un alivio inmediato a la situación en Gaza, donde la crisis humanitaria se ha profundizado en las últimas semanas. También se espera que este posible acuerdo influya en las negociaciones indirectas que continúan en Doha, con la participación de funcionarios israelíes, mediadores internacionales y representantes de Hamás.
Con esta reunión, Trump intenta reposicionarse como actor clave en la política internacional en pleno año electoral en EE. UU., mientras que Netanyahu busca respaldo externo para sostener su liderazgo interno. El resultado de estas gestiones podría marcar un punto de inflexión en la guerra y abrir una etapa de diálogo regional más amplio.