La noticia estalló como una bomba en el mundo del espectáculo y el deporte: Evangelina Anderson y Martín Demichelis se separan tras 17 años juntos y en medio de un patrimonio que supera los 50 millones de dólares. Una ruptura que promete ser tan mediática como conflictiva, con bienes distribuidos en varios países y abogados preparando una batalla judicial de alto voltaje.
El divorcio se perfila como uno de los más costosos y resonantes de los últimos años. Entre los activos en juego se encuentran propiedades de lujo en Europa y Argentina, campos en Córdoba, autos de alta gama y cuentas en el exterior. Nada parece quedar afuera de esta disputa que podría cambiar radicalmente el futuro económico de ambos.
El factor determinante será la jurisdicción en la que se tramite la separación. Mientras en Argentina la división de bienes podría ser más equitativa, en Alemania —donde Demichelis residió gran parte de su carrera— las leyes plantean escenarios muy distintos. Esta decisión será clave para definir si la fortuna se reparte en partes iguales o si uno de los dos sale ampliamente favorecido.
A todo esto se suma la tensión emocional de un vínculo que parecía indestructible. Con tres hijos en común y una vida construida entre cámaras, estadios y viajes por el mundo, la separación no solo implica un quiebre patrimonial, sino también una historia de pareja que se convirtió en referencia pública.
Las próximas semanas serán decisivas. Lo que parecía una vida perfecta ahora se transforma en un divorcio millonario con final abierto, donde la mezcla de emociones, fortuna y poder promete convertirse en el escándalo más comentado del año.