
El Borde Norte del Gran Cañón está bajo emergencia tras los incendios forestales que destruyeron el icónico North Rim Lodge y al menos 70 estructuras, incluyendo una planta de tratamiento de aguas, viviendas y un centro de visitantes.
El incendio Dragon Bravo, que arrasó más de 5.700 acres, se mantiene sin control (0% de contención), impulsado por fuertes vientos, altas temperaturas y baja humedad. Las llamas también provocaron una fuga de gas cloro, lo que obligó al cierre de senderos y la evacuación del personal. 😷
A esto se suma el incendio White Sage, activo desde el 9 de julio, que duplicó su extensión en solo dos días y ya afecta más de 49.000 acres.
💬 La gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, cuestionó duramente el manejo inicial del fuego como una quema controlada por parte del gobierno federal. “Se hizo durante la época más seca y calurosa del año”, denunció, y exigió una investigación independiente.
🚫 El Parque Nacional del Gran Cañón mantiene cerrado todo el Borde Norte, mientras 295 bomberos trabajan con estrategias de supresión total y apoyo aéreo. Las temperaturas en la zona llegaron a 115°F (46°C), lo que complica aún más el control de los focos activos.