En un clima marcado por la apatía y la baja participación, cerraron los comicios en Misiones con un récord histórico de ausentismo: solo votó el 57 % del padrón, el número más bajo desde el retorno de la democracia.
El ausentismo genera preocupación, ya que incluso quedó por debajo del 60 % registrado en las elecciones de 2021, cuando la pandemia todavía influía en la asistencia a las urnas. Esta vez no hubo emergencia sanitaria ni incidentes climáticos graves, aunque lloviznó en algunos puntos de la provincia. La falta de colas en los centros de votación y el escaso entusiasmo general fueron una constante a lo largo del día.
La elección renovaba 20 de las 40 bancas de la Legislatura provincial, además de intendencias y concejos deliberantes en 78 municipios. Sin embargo, la escasa concurrencia ciudadana vuelve a poner en discusión la legitimidad representativa y la desconexión creciente entre la política y la sociedad. El oficialista Frente Renovador de la Concordia, que gobierna Misiones desde hace dos décadas, busca mantener la mayoría en el recinto, mientras que partidos nacionales como La Libertad Avanza apuestan a ingresar por primera vez a la Legislatura. También compitieron Juntos por el Cambio y el Frente Amplio, aunque sin gran despliegue local.
Más allá de los resultados, que comenzarán a conocerse cerca de las 21 horas, la jornada deja un dato político inquietante: en una provincia con tradición de participación, el voto voluntario y la crisis de representación parecen imponerse. El desinterés no solo refleja fatiga democrática, sino también una creciente desconfianza hacia las instituciones. Aunque las elecciones se desarrollaron en calma y sin denuncias de irregularidades, el récord de abstención marca un síntoma claro de la desconexión entre los ciudadanos y un sistema que, a ojos de muchos, ya no ofrece respuestas concretas.