En el canal TN se vivió un verdadero terremoto político en vivo.
Apenas se anunció la conformación de la alianza Un Grito Federal, las cámaras captaron la cara de preocupación de Jonatan Viale y Diego Sehinkman, reflejando lo que muchos analistas interpretaron como pánico en el oficialismo mediático.
La escena fue elocuente:
- Viale, visiblemente incómodo, soltó la frase que recorrió las redes: “Esto cambia todo. No es un acuerdo simbólico, es un bloque real que puede condicionar al Congreso.”
- Sehinkman, más medido, solo admitió: “El malestar en las provincias se convirtió en un frente político.”
Un terremoto político con epicentro federal
La alianza Un Grito Federal, formada por los gobernadores de Córdoba, Santa Fe, Chubut, Jujuy y Santa Cruz, promete sacudir la política nacional:
- Objetivo: enfrentar el ajuste, recuperar autonomía y proyectar poder en las elecciones de medio término.
- Peso real: fuerte presencia territorial, capacidad de movilización y un bloque legislativo que podría frenar decretos y leyes clave del gobierno de Javier Milei.
- Mensaje político: un rechazo directo al centralismo porteño, al desfinanciamiento de las obras públicas y a lo que definen como el avance autoritario del Ejecutivo.
El futuro inmediato: tensión en el Congreso y en la calle
La irrupción de Un Grito Federal reconfigura el tablero político argentino. En las pantallas de TN quedó claro: la cara de los periodistas valió más que mil editoriales.
Este nuevo frente provincial puede convertirse en el gran dolor de cabeza del gobierno libertario, marcando el inicio de una etapa de resistencia federal organizada que ya comenzó a hacer temblar a la Casa Rosada.