El primer ministro de Nepal, K.P. Sharma Oli, renunció tras dos días de protestas de la “Generación Z” que dejaron 19 muertos. Manifestantes incendiaron el Congreso, atacaron viviendas de líderes y la esposa de Oli murió en el incendio de su casa. El ministro de Economía fue linchado. La UE pidió respeto a los derechos humanos y diálogo político.
La crisis política en Nepal escaló a niveles dramáticos con la renuncia del primer ministro K.P. Sharma Oli tras dos días de violentas protestas encabezadas por jóvenes de la llamada “Generación Z”. Las movilizaciones, que comenzaron contra la corrupción y el veto a redes sociales, dejaron al menos 19 muertos y más de 300 heridos.
Los manifestantes prendieron fuego al edificio del Congreso en Katmandú y atacaron residencias de líderes políticos. Entre las viviendas incendiadas estuvo la del propio Oli, en la localidad de Balkot, donde murió su esposa. También fueron blanco el ex primer ministro Pushpa Kamal Dahal y varios ministros del actual gabinete. El ministro de Economía fue desnudado y linchado en plena calle.
En las últimas horas, al menos cinco ministros habían dimitido en rechazo a la represión estatal, mientras que el Gobierno levantó de urgencia el bloqueo a redes sociales, una de las medidas que encendió la furia juvenil.
El movimiento “Generación Z” denuncia nepotismo, corrupción y una clase política que —según ellos— hereda privilegios en lugar de abrir oportunidades por mérito.
La Unión Europea condenó la violencia, exigió investigar las muertes de manera independiente y reclamó diálogo entre todas las partes para restaurar la democracia y los derechos fundamentales.
