Este martes en Lomas del Mirador, partido de La Matanza, el chofer de una aplicación de viajes, Jorge Cremontti (67), fue asesinado de un disparo en la pierna durante un presunto robo para sustraer su auto. El agresor se hizo pasar por pasajero, y tras una pelea en el interior del vehículo le disparó en la arteria femoral, provocando una muerte instantánea por desangrado.
El atacante huyó en el Renault Logan robado, pero las cámaras de seguridad ubicaron el vehículo abandonado en el barrio Las Antenas. Gracias a ese registro y al testimonio de vecinos, la Policía detuvo a L.D.I., de 26 años, en una vivienda en la calle Acevedo al 4200.
Durante el allanamiento los efectivos hallaron un revólver calibre .38, un pistolón, zapatillas blancas recién lavadas y prendas con manchas que, según los investigadores, fueron usadas durante el crimen. El detenido quedó imputado por homicidio agravado y el fiscal Diego Rulli ordenó peritajes sobre el arma, las prendas y los registros de viajes de la app para reconstruir el recorrido previo al hecho.
La víctima utilizaba su auto como herramienta laboral, una forma de subsistencia cada vez más frecuente. La detención rápida es algo positivo, pero no puede tapar la realidad de empleadores informales expuestos a una violencia brutal y despiadada.
El cuerpo de Cremontti fue trasladado a la morgue para la autopsia, y la causa avanza en busca de esclarecer si el crimen fue cometido por un solo autor o formó parte de una banda.
