Un simple video grabado por el arquero de la Reserva de San Lorenzo, Jonás Rodríguez, encendió una polémica que sacude al club. En las imágenes, el joven muestra el desayuno que reciben los jugadores en la pensión: una taza de café, pan y queso. Lo que parecía una broma entre compañeros se transformó en una denuncia pública sobre la alimentación de los futuros futbolistas del Ciclón.
El registro se viralizó rápidamente y generó indignación entre hinchas y simpatizantes, que no tardaron en cuestionar la calidad de la comida que se sirve a jóvenes que entrenan a diario y necesitan una dieta acorde a la exigencia física.
Según contó el propio jugador, la rutina diaria incluye, además, un almuerzo con pan de carne, arroz y ensalada; una merienda con chocolatada, pan y queso; y una cena compuesta por ravioles con tortilla. Un menú repetitivo y de bajo valor nutritivo que, para muchos, está muy lejos de lo ideal para un deportista en formación.
La difusión del video abrió un debate sobre el cuidado y las condiciones que reciben los juveniles dentro de las instalaciones del club. Las críticas apuntan no solo a la alimentación, sino también al estado general de la pensión, que presenta problemas edilicios y falta de mantenimiento.
Mientras tanto, la dirigencia guarda silencio y la pregunta sigue flotando en el aire: ¿cómo se puede proyectar un futuro exitoso si no se garantiza lo básico a quienes representan las próximas generaciones del club?
