Lo que alguna vez fue un ícono del turismo y la vida marina se transformó en un escenario de indignación y horror. Tras el cierre del Aquarium, comenzaron a circular denuncias que hablan de delfines y lobos marinos abandonados en estanques en condiciones deplorables, sin los cuidados básicos y rodeados de agua verdosa.
Vecinos y activistas aseguran que los animales permanecen en soledad, sin alimento suficiente y en un estado preocupante. Las imágenes que trascendieron muestran un panorama desolador: criaturas marinas que alguna vez fueron símbolo de atracción turística, hoy sobreviven en un contexto de olvido y desidia.
El impacto fue inmediato en la ciudad. La indignación popular creció al ritmo de las voces que reclaman justicia y medidas urgentes para garantizar el bienestar de los animales. La escena golpea fuerte a Mar del Plata, una ciudad que siempre se enorgulleció de su vínculo con el mar, y que ahora enfrenta el escándalo de tener a sus especies más representativas en una situación crítica.
Las autoridades municipales prometieron actuar con rapidez. Se anunció una investigación judicial y controles inmediatos en el predio para determinar las condiciones reales en las que se encuentran los animales. El intendente remarcó que no habrá tolerancia frente a ningún tipo de maltrato.
El caso abre una discusión que viene de arrastre: qué destino deben tener los animales marinos cuando estos parques cierran sus puertas. Mientras algunos exigen que sean trasladados a santuarios para garantizarles una vida digna, otros cuestionan la falta de planificación y la negligencia con la que se manejó el cierre del complejo.
Lo cierto es que la ciudad se encuentra conmocionada. Lo que debería haber sido un proceso de transición ordenado terminó convirtiéndose en un drama que expone, con crudeza, la fragilidad de los animales cuando quedan librados al abandono humano. El futuro de los delfines y lobos marinos del ex-Aquarium es ahora una incógnita, y el reclamo social no parece dispuesto a detenerse hasta encontrar una solución definitiva.
